lunes, 1 de marzo de 2021

SEMANA 0 - SEMANA DEL 01/03/2021

 

SEMANA 0: 01/03 AL 5/03

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE

LUNES

¡BIENVENIDOS SIEMPRE!

  • Dar la bienvenida
  • Explicar de manera rápida la organización del aula , sus materiales y la forma de trabajo

A continuación los chicos escribirán sus expectativas de logros, deseos y metas que se proponen para el último año de Primaria:


La lengua oral y la lengua escrita

Cuando hablamos solemos cometer algunos errores que se relacionan con las características propias de la oralidad.

Al escribir en cambio tenemos la posibilidad de volver a leer nuestros propios textos para luego corregirlos.

Oralidad y escritura básicamente son diferentes porque una forma es más espontanea que otra , entonces se espera que al escribir pongamos más énfasis en la gramática, coherencia y cohesión . Por ejemplo en una comunicación oral podríamos decir “ Me gusta ir al cine. El cine despierta la imaginación ,puedes imaginarte cualquier cosa” . Pero al escribir deberíamos hacer algunos cambios para evitar repeticiones .

ACTIVIDAD 1

Transforma el ejemplo anterior en un texto escrito cohesivo.

ACTIVIDAD 2

Realiza un cuadro comparativo entre oralidad y escritura

ACTIVIDAD 3

Las personas nos conocemos también contando nuestras historias, y esa es la propuesta para trabajar el día de hoy. Si buscan en sus recuerdos, seguramente les vengan a la memoria anécdotas de su infancia. Algunas serán en la escuela, otras en el barrio, o en la plaza; algunas con la familia, otras con amigas y amigos, con vecinas o vecinos, o con alguien que conocieron por un ratito. Algunas serán divertidas, otras tristes, algunas secretas, otras tal vez famosas. El escritor Roald Dahl publicó un libro con relatos de su infancia, historias de su vida. Les proponemos leer una de esas:

Tabaco de Cabra

Tenía yo unos nueve años cuando mi hermanastra se prometió para casarse. El elegido era un joven médico inglés, y aquel verano nos acompañó a Noruega. El amor flotaba en el aire como polvo de luna, y los dos enamorados, por alguna razón que los más pequeños no entendíamos, no parecían muy deseosos de nuestra compañía. Salían solos en la barca. Trepaban por las rocas solos. Y hasta desayunaban los dos a solas. Eso a nosotros nos dolía. En nuestra familia siempre lo habíamos hecho todo juntos y no entendíamos por qué la hermanastra había de decidir, de buenas a primeras, cambiar las cosas, por muy prometida en matrimonio que estuviera. Tendíamos a culpar al novio de haber venido a perturbar nuestra vida de familia, y era inevitable que más tarde o más temprano lo pagara. El novio era un inveterado fumador de pipa. Jamás se sacaba de la boca aquella pipa detestable y apestosa, salvo cuando comía o se bañaba. Incluso empezábamos a preguntarnos si besaría a su prometida con la pipa entre los labios. Sujetaba la boquilla con el empaque más viril del mundo entre sus recios dientes blancos y la retenía así mientras conversaba. Esto nos freía la sangre. Sin duda sería más correcto quitarse la pipa de la boca y hablar como es debido. Cierto día fuimos todos en nuestra pequeña lancha motora a una isla donde no habíamos estado nunca, y por una vez la hermanastra y su viril prometido decidieron acompañarnos. Optamos por esta isla y no por otra porque habíanse visto en ella algunas cabras. Andaban por allí encaramándose a las peñas y se nos ocurrió que sería divertido hacerles una visita. [...] nos sentamos por allí, sobre las lisas rocas, a disfrutar del hermoso sol en traje de baño. El viril prometido se puso a llenar la pipa. Le estuve observando en la operación de atacar muy cuidadosamente la cazoleta con el tabaco que sacaba de una bolsita de hule amarilla. Había terminado de hacer esto y se disponía a encenderla cuando la hermanastra le llamó para que fuese al agua con ella. De manera que dejó la pipa en el suelo y acudió a la llamada. Yo miraba obsesionado la pipa que había quedado allí abandonada sobre la roca. A dos palmos de ella divisé un montoncito de cagarrutas de cabra secas, todas tan redonditas y renegridas como pequeñas aceitunas, y en ese mismo instante comenzó a despuntar en mi mente una interesante idea. Recogí la pipa y, con unos golpecitos, la vacié totalmente de tabaco. Luego tomé las cagarrutas y las desmenucé con los dedos. Con mucho cuidadito vertí en la cazoleta de la pipa estos excrementos desmenuzados, atacándolos con el pulgar exactamente como había visto hacer siempre a nuestro viril enamorado. Concluida esta operación, puse encima una fina capa de tabaco auténtico. La familia entera me había estado observando. Nadie decía una palabra, pero yo podía percibir muy bien un aire de general aprobación. Volví a dejar la pipa en su sitio y nos quedamos todos esperando el retorno de la víctima. La familia en pleno estaba unida ahora en esto, incluso mi madre. [...]

Volvió al fin el viril prometido, chorreando agua del mar, fornido, saludable, bronceado, sacando ostentosamente el pecho. —¡Qué baño! —anunció al mundo—. ¡Espléndida, el agua! ¡Algo grandioso! Comenzó a secarse vigorosamente con la toalla, haciendo que se le marcaran bien los bíceps, y a continuación se sentó en la roca y tomó la pipa. Nueve pares de ojos le observaban atentos. Todo el mundo contenía la risa para no estropear la broma. Temblábamos con el nerviosismo de la inminencia, y buena parte de la expectación debíase al hecho de que ninguno de nosotros sabía exactamente lo que iba a pasar. El viril prometido se colocó la pipa entre los recios dientes blancos y encendió una cerilla. Puso la llama sobre la cazoleta y dio una fuerte chupada. Se prendió el tabaco, y la cabeza del galán quedó envuelta en nubecillas de humo azul. —¡Ajá…! —exclamó, echando humo por las narices—. No hay nada como una buena pipa después de un baño reconfortante. Nosotros esperábamos en silencio. A duras penas podíamos aguantar, y la hermanita de siete años no resistió, al fin, la tentación: —¿Qué clase de tabaco echas en ese chisme? —preguntó con impecable inocencia. —Navy Cut —contestó él—. Player's Navy Cut. Es el mejor que hay. Estos noruegos fuman toda clase de tabacos aromatizados; una verdadera porquería que no fumaría yo por nada del mundo. —No sabía que hubiera gustos distintos —prosiguió la hermanilla. —Pues claro que los hay —dijo el viril prometido—. Para el buen fumador de pipa, que sabe identificarlos, todos los tabacos son diferentes. Navy Cut es puro y sin adulteraciones. Es lo que fuman los hombres. El hombre parecía divagar y empleaba expresiones largas, como “que sabe identificarlos” y “sin adulteraciones”, que no estábamos muy seguros de lo que querían decir. La hermanastra, recién salida del baño y envuelta en un albornoz, vino a sentarse junto a su viril enamorado. Y entonces empezaron los dos a dirigirse aquellas miraditas bobas y sonrisitas acarameladas que nos ponían malos a todos. Estaban harto ocupados el uno con el otro para percibir la tremenda tensión que reinaba en nuestro grupo. [...] Entonces, de repente, el viril prometido lanzó un grito penetrante y saltó por los aires lo menos un metro. La pipa voló de su boca y se alejó rebotando sobre las peñas. Un segundo grito fue tan agudo y estentóreo que todas las gaviotas de la isla levantaron el vuelo asustadas. Tenía el rostro contraído, desencajado, como una persona que sufre cruel tormento, y se había quedado blanco como la nieve. Comenzó a farfullar, y a atragantarse, y a devolver, y a gargajear, y a comportarse en todo como un individuo víctima de una perturbación orgánica grave. Se hallaba completamente sin habla. Mientras tanto, todos nosotros le mirábamos alucinados. […]

Roald Dahl , “Tabaco de cabra”, en Boy (Relatos de la infancia), Alfaguara, Madrid, 1993.

1.    El fragmento que leyeron no incluye el final de esta anécdota: ¿cómo creen que terminará?

2.  ¿Alguien le contará al novio lo que efectivamente había en la pipa?

3.  ¿Quién? ¿Qué le dirá?

4.   Les proponemos que escriban una explicación para este joven. Imaginen que alguien de la familia decide contarle qué había en la pipa. Decidan quién será esa persona (la hermanita, el niño que hace la travesura, la madre, el padre...) y luego escriban qué dijo. Pueden comenzar así: —No te preocupes, no fumaste nada venenoso —aclaró… En realidad, la pipa…

 

TAREA

5.   2. En este libro de Roald Dahl, las historias de la infancia están acompañadas por imágenes (fotos y dibujos). El relato “Tabaco de cabra” incluye una foto de todas y todos los integrantes de la familia sentadas y sentados en el pasto con el siguiente epígrafe: “El viril prometido y la hermanastra mayor (al fondo)”; y también contiene un dibujo de la caja de tabaco Navy Cut. ¿Qué otra imagen incluirían para acompañar esta historia? ¿Una foto o un dibujo? ¿Con algún epígrafe? ¿Se animan a dibujarlo y escribir el epígrafe en sus carpetas?

 

 

MARTES

”EL DIALOGO”

1-Leemos atentamente el siguiente dialogo:

 

Cuando el prometido vuelve del agua, mantiene un diálogo con la hermanita menor. Relean el siguiente fragmento: —¿Qué clase de tabaco echas en ese chisme? —preguntó con impecable inocencia. —Navy Cut —contestó él—. Player's Navy Cut. Es el mejor que hay. Estos noruegos fuman toda clase de tabacos aromatizados; una verdadera porquería que no fumaría yo por nada del mundo. —No sabía que hubiera gustos distintos —prosiguió la hermanilla. —Pues claro que los hay —dijo el viril prometido—. Para el buen fumador de pipa, que sabe identificarlos, todos los tabacos son diferentes.

 

- El diálogo se reconoce por la presencia de la raya de diálogo, que introduce las palabras dichas por las y los personajes. Además, se incluyen verbos que indican quién habló y, a veces, cómo o de qué manera lo hizo.

 

 2-Observen dónde aparecen los verbos que indican las palabras de las y los personajes. ¿Por qué en algunos casos los verbos forman parte de aclaraciones encerradas entre rayas de diálogo y en otros, solo aparece una raya antes del verbo?

b) Hay muchos verbos que sirven para introducir las palabras de alguien. Pero no todos son intercambiables, porque los significados pueden ser muy distintos. Elijan del siguiente listado cuáles podrían reemplazar a cada uno de los verbos del diálogo anterior:

Exclamar - Expresar - Agregar - Consultar - Proponer - Plantear - Mencionar - Rogar - Negar - Cuestionar - Gritar - Ordenar - Solicitar - Informar - Murmurar - Responder - Afirmar - Susurrar - Reclamar - Continuar

Preguntó: ..................................... Contestó: ..................................... Prosiguió: ..................................... Dijo: ............................................... Una travesura

 

3- El narrador cuenta que la familia estaba muy unida hasta que un día todo cambió: llegó un “intruso”, el novio de su hermanastra, y nada volvió a ser como antes (tal vez estaba un poco celoso, ¿no?). Una de las cosas que más le molestaba de este joven era su hábito de fumar pipa. En el relato “Tabaco de cabra”, el niño realiza una travesura que tiene una víctima: “el inveterado fumador de pipa”. ¿Se animan a ordenar estos hechos tal cual ocurrieron? Pueden indicarlo con un número:

El niño vacía la pipa y la llena con excremento de cabras.

 El novio prepara la pipa.

Elogia el buen tabaco.

El novio regresa del agua.

Empieza a fumar nuevamente.

 Se va a nadar con la hermanastra.

El novio lanza un grito y comienza a descomponerse.

4-Sobre las palabras

El texto que leyeron se publicó en inglés y luego se tradujo al castellano que se habla en España. Por eso habrán visto que aparecen algunas palabras que no suelen usarse en nuestro país. Relean los siguientes fragmentos: A dos palmos de ella divisé un montoncito de cagarrutas de cabra secas, todas tan redonditas y renegridas como pequeñas aceitunas [...] Luego tomé las cagarrutas y las desmenucé con los dedos. Con mucho cuidadito vertí en la cazoleta de la pipa estos excrementos desmenuzados…

¿Qué son las “cagarrutas”? Fíjense que tienen una ayuda en el texto, el niño dice: “tomé las cagarrutas y las desmenucé”. La hermanastra, recién salida del baño y envuelta en un albornoz, vino a sentarse junto a su viril enamorado.

 ¿Qué es un “albornoz”? Elijan la opción que les parezca más adecuada: • Una bata o salida de baño. • Un buzo o pullóver. • Una campera o saco.

—¿Qué clase de tabaco echas en ese chisme? —preguntó con impecable inocencia. En el diccionario, aparecen estos dos significados de la palabra “chisme”. ¿Con qué sentido se usa en esa pregunta? 1. Rumor o noticia, verdadera o falsa, que circula. 2. Baratija o trasto pequeño.

TAREA

En primera persona: una aventura de la infancia ¿Alguna vez hicieron una travesura o vivieron una aventura así? Por ejemplo, esconderse o esconder algo, jugar en silencio cuando piensan que dormimos la siesta, ponerse los zapatos de una persona grande, ir con otras u otros por un lugar desconocido o subir a un árbol también lo son. Algunas de estas historias de su vida, que fueron grandes aventuras cuando eran chiquitas o chiquitos, pueden resultarles graciosas o ingenuas ahora que ya son más grandes.

 Les proponemos que se sumerjan en sus recuerdos y elijan una anécdota de su infancia para contarla a otras personas, posiblemente esa historia también las y los muestre y presente un poco más. Piensen con quién compartirían este relato, a quién le contarían esto que sucedió.

a)          Antes de empezar a escribir, tengan en cuenta las siguientes preguntas: • ¿Cuándo ocurrió? (cuántos años tenían, en qué grado estaban, en qué momento del año) • ¿Dónde sucedió? (en la escuela, en su casa, en la plaza, en un comercio…) • ¿Quiénes participaron o con quiénes estaban? • ¿Qué sucedió? ¿Qué hicieron ustedes?

b)           El siguiente cuadro les puede servir de ejemplo para armar el suyo. Algunas indicaciones más a tener en cuenta: • Escriban su historia en primera persona (“yo”). • No olviden que el relato debe responder a las preguntas anteriores. • Si incluyen diálogos, revisen que comiencen con raya de diálogo; además, usen distintos verbos para introducir las voces de quienes hablan. “Tabaco de cabra” ¿Qué hizo? El niño colocó excrementos de cabra en la pipa del novio de su hermanastra. ¿Por qué hizo eso? No le resultaba agradable el novio, quizá estaba un poco celoso. ¿Cuándo sucedió? Cuando el niño tenía nueve años. ¿Dónde ocurrió esto? En un paseo de verano, de visita en una isla de Noruega. ¿Quiénes participaron? Quien cuenta la historia, el niño, fue el autor de esta travesura. También estaba presente toda la familia.

c)          También les detallamos distintas formas que pueden usar para comenzar su relato: • “Un día…”. • “Cuando tenía… años”. • “Recuerdo que…”; • “Algo que nunca olvidaré fue…”. • “Cuando estaba en… grado”.

MIÉRCOLES

RELATOS EN PRIMERA PERSONA

 

Continuaremos trabajando con relatos en primera persona. En este caso, historias acontecidas en la escuela, la seño nos lee:

 

PRUEBA ESCRITA – MARCELA SILVESTRO

Aún no había sonado el despertador, cuando abrí los ojos. Lunes, me dije. Prueba de historia. El peso de la evidencia cayó sobre mí, como un yunque: no había tocado un libro. El fin de semana voló entre excusas: falta de tiempo, exceso de tareas, dolor de cabeza, de panza... La verdadera causa sólo se la había confiado a Lucas —mi amigo, casi mi hermano—. Era el único que sabía lo embobado que me tenía Laura, los dulces pensamientos que me inspiraba, cuánto me hacía sufrir su indiferencia. No estaba yo para batallas de San Lorenzo ni para cruces de los Andes. Pero ya era lunes y, de pronto, solo existía una cosa en mi mente: la prueba. En dos horas más, no habría argumento que pudiera convencer a mi maestra de que me perdonara la vida, históricamente hablando. Me sentía como deben de haberse sentido los granaderos, casi doscientos años atrás, mientras se preparaban para el combate. Cada zapato parecía pesar cinco kilos, los cordones se me enredaban en los dedos como telarañas... si al menos hubiera podido salir volando como una mosca. Hacía rato que Febo había asomado sus rayos. Tras los muros de mi habitación, se dejaban oir sordos ruidos: mamá había puesto en marcha la maquinaria de cada mañana, ya era imposible detenerla; en minutos más me llamaría para desayunar, comprobaría mi estado de aseo y me despediría con un beso en la puerta de casa. Salí, con el alma en un hilo. Las cuatro cuadras hasta la escuela fueron como un vía crucis. La parroquia del barrio me recordaba el histórico convento. Corceles de acero repletos de gente pasaban rugiendo a centímetros de la vereda. Apenas entré en el enorme edificio, sonó el timbre, estridente como un clarín. “A la carga”, me ordené a mí mismo. Aunque no sabía nada de historia, estaba compenetrado con un espíritu guerrero muy apropiado para la ocasión. Ya en el aula, el enemigo avanzó y depositó sobre mi banco una hoja con cinco preguntas. Cinco misterios. Supe que tenía que pedir refuerzos. Miré alrededor: cada uno de mis compañeros libraba su combate personal. La cara de Lucas me hizo suponer que él tampoco iba a salir ileso. A cuatro bancos de distancia, en el primero, vi a Laura. Ella era mi salvación. —¿Me podés decir algo sobre San Lorenzo? —escribí en el papelito que le tiré. —Sí: el domingo juega con Huracán —fue su respuesta en otro papelito. Futbolera y con sentido del humor: era la chica ideal, sin dudas. Pero la cosa no estaba para bromas. —No, en serio, ¿me ayudás? —insistí, por la misma vía. —Esperá sentado —escribió con su letra prolija. —Hace rato que estoy sentado y esperando... —¿Esperando qué? —Había despertado su curiosidad; mi papá tenía razón: eso nunca falla con las mujeres. —Que me des bolilla. —¿Estás loco? —Sí, por vos. La comunicación por escrito había tomado un rumbo interesante. Tal vez me aplazaran en historia, pero quién sabe: un capítulo de la mía podía comenzar a escribirse. –Te quiero —escribí, sintiéndome cerca de la victoria. De pronto se produjo una interferencia: un mensaje proveniente de otra dirección, se estrelló en mi nariz. Era de Lucas: —La seño te está mirando desde hoy, bobo. El aviso llegó tarde: mi maestra se acercaba con cara de pocos amigos. Su cabellera teñida de rojo me hizo pensar en los españoles, avanzando con su pabellón desplegado al viento. —¿Debo entender que te estás copiando, Mariano? —me dijo, con un engañoso tono de tranquilidad. Me sentí perdido. Vi que Laura se reía, como si disfrutara del mal momento que yo estaba pasando. Justo cuando iba a confesar, cayó otro papel en mi banco: —Yo también te quiero —La seño lo leyó en voz alta, como para que nadie se lo perdiera. Prueba escrita Marcela Silvestro 28 —Así que en lugar de hacer la prueba... ¿Y se puede saber con quién se está mandando cartitas de amor, el señor? —Conmigo, seño. Discúlpenos —La que habló fue Marita. Nos conocíamos desde jardín; aunque no era para nada fea, jamás se me había ocurrido pensar en ella de un modo romántico. Pero en ese momento la vi hermosa... Y me recordó al sargento Cabral salvándole la vida a San Martín. El episodio se cerró con un reto de mi maestra; después, todos continuamos haciendo la prueba. En el revés del mensaje de Marita, encontré las respuestas que necesitaba. Realmente se había arriesgado mucho. A la salida del colegio la acompañé hasta su casa, como tantas otras veces; aunque ese día había algo distinto entre los dos. También el beso de siempre, en la mejilla, lo sentí de otra manera. Caminando sobre una nube, llegué a mi casa. ¿Sería normal que, de pronto, el nombre “Laura” no significara nada para mí? ¿O que recién hubiera descubierto, después de tantos años, la dulce mirada de Marita? Necesitaba hablar con Lucas. Y después, urgente, ponerme a estudiar: en dos días teníamos prueba de lengua. ¿O era de matemáticas?

Para volver sobre el cuento

1.    Relean el cuento y elijan la opción que corresponde en cada caso: • El protagonista tenía una prueba de historia, vinculada con San Martín / Belgrano.

2.  • No había estudiado, porque estuvo todo el fin de semana pensando en Laura / porque estuvo enfermo, con dolor de panza y de cabeza.

3.   • Durante la prueba, le envió papelitos a Laura / Marita.

4.  • Laura lo ayudó a resolver la prueba / se burló de él.

5.  • En un momento, recibió un papelito en donde Marita / Laura le decía que lo quería.

 

2. En este cuento se juega con el humor. Uno de los recursos que utiliza es plantear la prueba escrita como si se tratara de un combate. Para ello, inserta en la voz del narrador protagonista expresiones de la “Marcha de San Lorenzo” que relatan lo que este siente, lo que le sucede.

 a) El narrador expresa: “Me sentía como deben de haberse sentido los granaderos, casi doscientos años atrás, mientras se preparaban para el combate”. Marquen en el texto otras palabras y expresiones que se refieran a la guerra.

 

TAREA

d)          Rememoren la “Marcha de San Lorenzo”, búsquenla o pidan ayuda para recordarla completa. Después, localicen en el cuento otras expresiones que se toman prestadas de la letra. d) ¿Cuál piensan que es la relación entre la “Marcha de San Lorenzo” y el tema de la prueba que el protagonista enfrenta? ¿Por qué en un momento dice que la maestra le recordó a los realistas? ¿Y por qué Marita le hace acordar al Sargento Cabral?

 

JUEVES

Momento de crear

 

Para crear un cuento Les proponemos escribir un cuento, inspirándose en “Prueba escrita”. Para ello, les sugerimos que sigan los siguientes pasos:

  Bucear en la memoria. Si bien los cuentos son ficciones, lo vivido o escuchado puede ser un buen punto de partida. Buceen en los recuerdos vividos en la escuela que sean especiales para ustedes. Puede tratarse de situaciones que se hayan dado en clase, en recreos, en la vuelta a casa, actos, visitas escolares, entre otros. Piensen si esas historias se parecen a una batalla, a un sueño, a hacer equilibrio, a resolver un acertijo, a subir una montaña... Tómense un par de días para pensar y conversen con otras y otros para que también les relaten historias y las o los ayuden a recordar. Tomen algunas notas sobre los hechos principales de cada una de esas historias, para no olvidarlas. También vayan rememorando canciones y anoten algunos fragmentos. Pueden ser canciones patrias u otras que conozcan y asocien de alguna manera con sus historias.

Definir la historia y planificar. Antes de escribir, es conveniente planificar: piensen la historia que van a contar. No tienen por qué atenerse a los hechos recordados, estos son el punto de partida para dejar volar las ideas, exagerar un poco, combinar historias. Decidan si contarán esta historia como un combate, una aventura, un acertijo a resolver, un sueño, etcétera. Para esto, elaboren un listado de palabras y expresiones vinculadas con estas situaciones. Una vez “compuesta” la historia o mientras la están realizando, pueden tomar notas de los diferentes momentos para recordarla. Luego, de ser posible, cuéntenla a otras u otros. Busquen también una canción que sientan que está relacionada con esa historia o pregunten a sus interlocutores si su historia les hizo pensar en alguna otra.

Escribir, revisar y compartir. Escriban su relato, revisen, pasen a limpio y echen a rodar este cuento de su autoría basado en hechos reales.

 

TAREA

 

 

Revisen, pasen a limpio y echen a rodar este cuento de su autoría basado en hechos reales.

 

 

VIERNES

 

Vamos a leer un texto sobre la variedad de las lenguas y veremos a qué preguntas responde, qué se explica en este texto. Seguramente, ustedes se hayan hecho algunas de esas preguntas alguna vez. Léanlo detenidamente:

 

¿Por qué hay tantas lenguas? Quienes investigan estos temas no están de acuerdo sobre los motivos de que existan tantas lenguas. Lo que se sabe con certeza es que las lenguas actuales provienen de otras, más antiguas, que ya nadie habla. Por ejemplo, sabemos que el castellano deriva del latín y este último del indoeuropeo. Lo que no está claro aún es si al comienzo hubo una sola lengua o más de una. Y esto no es fácil de dilucidar, porque es muy difícil obtener y sistematizar información: para conocer acerca de las lenguas del pasado remoto, las investigadoras y los investigadores trabajan a partir de restos materiales (vasijas, “cementerios”, herramientas, etcétera) y a partir de esos elementos formulan hipótesis sobre las creencias, los conocimientos y el lenguaje de grupos humanos que vivieron hace miles de años. Lo que sí se sabe con bastante certeza es que el lenguaje comenzó a evolucionar hace uno o dos millones de años; pero fue recién hace cien mil años cuando los homo sapiens sapiens (homo: “hombre”; sapiens: “que piensa”) tuvieron un lenguaje similar al nuestro. Esos homo sapiens sapiens vivían en pequeñas comunidades, separadas entre sí. Algunas científicas y algunos científicos opinan que el lenguaje fue inventado solo por una de esas comunidades. Imaginemos lo siguiente: un pequeño grupo de homo sapiens sapiens comenzó a hablar. Hablar les permitía hacer cosas fundamentales para la supervivencia (avisar a las otras y los otros cuando se acercaba una fiera; planificar actividades compartidas como ir de caza; sentirse unidas y unidos; transmitir experiencias a las y los jóvenes). Con el tiempo, aumentó mucho el número de miembros de esa comunidad. Entonces, los recursos (comida, agua) que tenían alrededor del lugar donde vivían comenzaron a escasear. Y ese grupo, que ya era bastante grande, se dispersó y se formaron grupos más pequeños: algunos viajaron hacia un lugar y otros fueron hacia otras zonas. La gente de esas comunidades iba conociendo en su viaje nuevas cosas (animales, ríos, plantas, fenómenos meteorológicos) y, para hablar acerca de ellas, les fueron poniendo nombres. Pero, claro, como cada uno de esos grupos no sabía cómo el otro grupo nombraba esas cosas, utilizaron palabras diferentes. Esto volvió a ocurrir muchas veces: cada uno de esos grupos volvió a separarse y también volvieron a viajar y a ponerle nombres diferentes a las cosas. Y así, sucesivamente. Esa es una explicación. Otras científicas y otros científicos dicen que los homo sapiens sapiens de distintas comunidades inventaron el lenguaje al mismo tiempo (o más o menos al mismo tiempo), sin conocerse. Cada uno de esos grupos utilizaba formas diferentes para nombrar las cosas. Y, al igual que describíamos antes, esos grupos se separaron y fueron poniendo nombres distintos a las cosas. Esto explicaría por qué hay tantas lenguas diferentes.

 

¿Son tan diferentes? Si bien las lenguas son diferentes, tienen algunas cosas en común. En todas, por ejemplo, usamos oraciones, y estas oraciones tienen sujeto y predicado, sustantivos y verbos. En todas las lenguas, además, conectamos las oraciones con expresiones como “y” para sumar ideas, o como “después” para hablar del orden de los sucesos; así como en todas, a la hora de explicar causas, utilizamos palabras como “porque”. En todas las lenguas usamos palabras para cuestiones tan fundamentales como “yo”, “vos” y “nosotras” o “nosotros”, aunque las palabras con que las hablamos sean distintas; en todas, además, distinguimos los objetos y los animales, y en todas tenemos maneras de nombrar el sol, el fuego, la naturaleza. Todos los seres humanos también usamos el lenguaje para estar juntas y juntos y contarnos lo que nos pasó, planificar actividades, guardar memoria de las historias de las abuelas, y los abuelos de las abuelas, y los abuelos de nuestras abuelas y nuestros abuelos… Y esas similitudes entre todas las lenguas son tan difíciles de explicar como las diferencias. Todavía las científicas y los científicos no llegaron a un acuerdo, pero hay distintas hipótesis. En su mayoría coinciden en pensar que, así como en nuestro cerebro hay zonas para poder ver u oír, también hay zonas que nos permiten aprender y usar las lenguas. Así como en todas las culturas la gente se alimenta con comidas distintas pero en todos los casos el sistema de nutrición funciona de la misma manera, las lenguas que hablamos pueden parecer diferentes, pero el órgano del lenguaje que se encuentra en el cerebro impone algunas limitaciones al lenguaje humano (por ejemplo, el hecho de que usemos oraciones con sujeto y predicado, sustantivos y verbos). Además (como ya vimos), hay quienes explican las semejanzas diciendo que la razón es que todas las lenguas del mundo provienen de una misma comunidad, aunque hayamos ido agregando palabras y formas de hablar diferentes. Otras posiciones sostienen que los seres humanos de esas pequeñas comunidades se iban encontrando en sus largos viajes y se fueron comunicando como podían y, en esos intentos, “se prestaban” palabras y formas de hablar. En realidad, la primera hipótesis y las otras no son incompatibles. Probablemente todas tengan parte de verdad y cada una explique algún aspecto de esas preguntas difíciles que nos hacemos los seres humanos y que vale la pena seguir investigando

 

Las preguntas “escondidas” en los textos Los textos que transmiten información son, de algún modo, respuestas a preguntas. Por ejemplo, son respuestas a preguntas sobre cómo ocurren determinados fenómenos o procesos, cuál es el desarrollo de ciertos acontecimientos, cómo funcionan algunas cosas, entre tantas otras. Vamos a ir viendo cuáles son las preguntas que organizan el texto leído y qué se responde a cada una de ellas.

 1. Identifiquen en el siguiente listado dos preguntas a las que responde el texto:

 

a) ¿Cuál fue la primera lengua? b) ¿Por qué no hablamos todas las personas del mundo la misma lengua? c) ¿Cuáles son las diferencias entre las lenguas? d) ¿Por qué hay similitudes entre las distintas lenguas?

 

2. Este texto responde varias preguntas más. Marquen la parte del texto en dónde se responde a cada una:


a) ¿Cómo es posible que a partir de una única lengua existan hoy tantas lenguas distintas? b) ¿Cómo se explica la diversidad en el origen? c) ¿Qué similitudes hay entre las lenguas? d) ¿Cuál es la hipótesis sobre el cerebro que permite explicar las similitudes entre las lenguas? e) ¿Qué otras hipótesis explican las similitudes entre las lenguas?

 

3. Para organizar la información de la primera parte del texto, en sus carpetas copien el siguiente esquema y agreguen, donde corresponda, los enunciados que están debajo.




Las lenguas que inventaron son diferentes | Una de las comunidades comienza a hablar | La comunidad se divide: cada grupo migra a diferentes zonas | Distintas comunidades inventaron el lenguaje al mismo tiempo | Se van generando distintas lenguas.

 

TAREA

¡A sintetizar!

 Las siguientes son las ideas que se desarrollan en el texto, en la primera y en la segunda parte:

• Diversidad de lenguas, primera explicación: surgimiento en una sola comunidad.

• Más tarde: aumento de los miembros de la comunidad, necesidad de otros recursos, viajes (dispersión)

 • Descubrimiento de cosas nuevas: diferencias en los modos de nombrar.

• Proceso repetido a lo largo de los años. Consecuencia: diversidad de lenguas.

 • Diversidad de lenguas, otra explicación: surgimiento en diferentes comunidades a la vez.

 • Existencia de similitudes entre las diversas lenguas: diferentes explicaciones.

• Una hipótesis: existencia de zonas específicas en el cerebro de todos los seres humanos para aprender y usar lenguas.

• Otra hipótesis: el origen de todas las lenguas es una sola lengua.

• Otra hipótesis más: “préstamos” de palabras y expresiones entre las y los hablantes de diferentes lenguas de las primeras comunidades.

 A partir del listado anterior, escriban un texto breve que sintetice lo leído. Las siguientes expresiones pueden ser útiles para organizar el texto:

 

En relación con la diversidad de lenguas que existen, algunas científicas y algunos científicos opinan que… En cambio, otras científicas y otros científicos consideran que… De todos modos, en todas las lenguas existen similitudes. La mayoría de las investigadoras y los investigadores coincide en que… Sin embargo, hay quienes creen que… Para otras y otros, en cambio.

 

MATEMÁTICA

 

LUNES

 

En la Kermés. Problemas y puntajes

 

1. En la escuela de Martín organizaron una kermés. En uno de los juegos hay que embocar unas pelotitas en latas que están a cierta distancia. Cada lata permite obtener un puntaje diferente para cada pelotita embocada: 1, 10, 100 y 1.000 puntos, respectivamente. Martín tiró las 10 pelotitas y obtuvo 5.212 puntos porque embocó 5 en la lata de 1.000 puntos, 2 en la de 100 puntos, 1 en la de 10 puntos y 2 en la de 1 punto.

 

 a) Juan, el compañero de Martín, también tiró las 10 pelotitas y embocó todas. Cuatro cayeron en la lata de 1.000 puntos, 3 en la de 100 puntos, 1 en la de 10 puntos y 2 en la de 1 punto. ¿Qué puntaje obtuvo en total?

 

b) Florencia embocó las 10 pelotitas y dice que obtuvo 1.000 puntos. ¿Es eso posible? ¿Cómo?

 

c) Daniela tiró las 10 pelotitas y también embocó todas. Obtuvo 1.432 puntos. ¿Es posible saber cuántas pelotitas embocó en cada lata?

 

 d) Laura tiró las 10 pelotitas y obtuvo 5.302 puntos. ¿Es posible saber cuántas pelotitas embocó en cada lata? ¿Las embocó todas? ¿Cómo puede saberse?

 

 e) Lucas tiró las 10 pelotitas y obtuvo 5.010 puntos. Si sabemos que calculó bien su puntaje y que no acertó todos los tiros, ¿cuántas pelotitas embocó en cada lata? ¿Hay una única posibilidad?

 

 

TAREA

En otra ronda del juego Juan embocó 4 pelotitas y Martín una sola. Sin embargo, Martín obtuvo un puntaje mayor que Juan. ¿Qué pudo haber ocurrido en esa ronda? ¿Hay una única respuesta posible?

 

MARTES

 RELACIÓN ENTRE MULTIPLICACIÓN Y DIVISIÓN

Recordamos :



MIÉRCOLES

ORDEN Y ESCRITURA



JUEVES






















VIERNES

DESCOMPOSICIÓN ,LECTURA Y CALCULOS MENTALES 



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