SEMANA 0: 01/03 AL 5/03
PRÁCTICAS DEL LENGUAJE
LUNES
¡BIENVENIDOS SIEMPRE!
- Dar
la bienvenida
- Explicar
de manera rápida la organización del aula , sus materiales y la forma de
trabajo
A continuación los chicos escribirán sus expectativas de logros, deseos y metas que se proponen para el último año de Primaria:
La lengua oral y la lengua escrita
Cuando hablamos solemos cometer algunos errores que se
relacionan con las características propias de la oralidad.
Al escribir en cambio tenemos la posibilidad de volver a leer
nuestros propios textos para luego corregirlos.
Oralidad y escritura básicamente son diferentes porque una
forma es más espontanea que otra , entonces se espera que al escribir pongamos
más énfasis en la gramática, coherencia y cohesión . Por ejemplo en una comunicación
oral podríamos decir “ Me gusta ir al cine. El cine despierta la imaginación
,puedes imaginarte cualquier cosa” . Pero al escribir deberíamos hacer algunos
cambios para evitar repeticiones .
ACTIVIDAD 1
Transforma el ejemplo anterior en un texto escrito cohesivo.
ACTIVIDAD 2
Realiza un cuadro comparativo entre oralidad y escritura
ACTIVIDAD 3
Las personas nos conocemos también contando nuestras
historias, y esa es la propuesta para trabajar el día de hoy. Si buscan en sus
recuerdos, seguramente les vengan a la memoria anécdotas de su infancia.
Algunas serán en la escuela, otras en el barrio, o en la plaza; algunas con la
familia, otras con amigas y amigos, con vecinas o vecinos, o con alguien que
conocieron por un ratito. Algunas serán divertidas, otras tristes, algunas
secretas, otras tal vez famosas. El escritor Roald Dahl publicó un libro con
relatos de su infancia, historias de su vida. Les proponemos leer una de esas:
Tabaco de Cabra
Tenía yo unos nueve años cuando mi hermanastra se prometió
para casarse. El elegido era un joven médico inglés, y aquel verano nos
acompañó a Noruega. El amor flotaba en el aire como polvo de luna, y los dos
enamorados, por alguna razón que los más pequeños no entendíamos, no parecían
muy deseosos de nuestra compañía. Salían solos en la barca. Trepaban por las
rocas solos. Y hasta desayunaban los dos a solas. Eso a nosotros nos dolía. En
nuestra familia siempre lo habíamos hecho todo juntos y no entendíamos por qué
la hermanastra había de decidir, de buenas a primeras, cambiar las cosas, por
muy prometida en matrimonio que estuviera. Tendíamos a culpar al novio de haber
venido a perturbar nuestra vida de familia, y era inevitable que más tarde o
más temprano lo pagara. El novio era un inveterado fumador de pipa. Jamás se
sacaba de la boca aquella pipa detestable y apestosa, salvo cuando comía o se
bañaba. Incluso empezábamos a preguntarnos si besaría a su prometida con la
pipa entre los labios. Sujetaba la boquilla con el empaque más viril del mundo
entre sus recios dientes blancos y la retenía así mientras conversaba. Esto nos
freía la sangre. Sin duda sería más correcto quitarse la pipa de la boca y
hablar como es debido. Cierto día fuimos todos en nuestra pequeña lancha motora
a una isla donde no habíamos estado nunca, y por una vez la hermanastra y su
viril prometido decidieron acompañarnos. Optamos por esta isla y no por otra
porque habíanse visto en ella algunas cabras. Andaban por allí encaramándose a
las peñas y se nos ocurrió que sería divertido hacerles una visita. [...] nos
sentamos por allí, sobre las lisas rocas, a disfrutar del hermoso sol en traje
de baño. El viril prometido se puso a llenar la pipa. Le estuve observando en
la operación de atacar muy cuidadosamente la cazoleta con el tabaco que sacaba
de una bolsita de hule amarilla. Había terminado de hacer esto y se disponía a
encenderla cuando la hermanastra le llamó para que fuese al agua con ella. De
manera que dejó la pipa en el suelo y acudió a la llamada. Yo miraba
obsesionado la pipa que había quedado allí abandonada sobre la roca. A dos
palmos de ella divisé un montoncito de cagarrutas de cabra secas, todas tan
redonditas y renegridas como pequeñas aceitunas, y en ese mismo instante
comenzó a despuntar en mi mente una interesante idea. Recogí la pipa y, con
unos golpecitos, la vacié totalmente de tabaco. Luego tomé las cagarrutas y las
desmenucé con los dedos. Con mucho cuidadito vertí en la cazoleta de la pipa
estos excrementos desmenuzados, atacándolos con el pulgar exactamente como
había visto hacer siempre a nuestro viril enamorado. Concluida esta operación,
puse encima una fina capa de tabaco auténtico. La familia entera me había
estado observando. Nadie decía una palabra, pero yo podía percibir muy bien un
aire de general aprobación. Volví a dejar la pipa en su sitio y nos quedamos
todos esperando el retorno de la víctima. La familia en pleno estaba unida
ahora en esto, incluso mi madre. [...]
Volvió al fin el viril prometido, chorreando agua del mar,
fornido, saludable, bronceado, sacando ostentosamente el pecho. —¡Qué baño!
—anunció al mundo—. ¡Espléndida, el agua! ¡Algo grandioso! Comenzó a secarse
vigorosamente con la toalla, haciendo que se le marcaran bien los bíceps, y a
continuación se sentó en la roca y tomó la pipa. Nueve pares de ojos le observaban
atentos. Todo el mundo contenía la risa para no estropear la broma. Temblábamos
con el nerviosismo de la inminencia, y buena parte de la expectación debíase al
hecho de que ninguno de nosotros sabía exactamente lo que iba a pasar. El viril
prometido se colocó la pipa entre los recios dientes blancos y encendió una
cerilla. Puso la llama sobre la cazoleta y dio una fuerte chupada. Se prendió
el tabaco, y la cabeza del galán quedó envuelta en nubecillas de humo azul.
—¡Ajá…! —exclamó, echando humo por las narices—. No hay nada como una buena
pipa después de un baño reconfortante. Nosotros esperábamos en silencio. A
duras penas podíamos aguantar, y la hermanita de siete años no resistió, al
fin, la tentación: —¿Qué clase de tabaco echas en ese chisme? —preguntó con
impecable inocencia. —Navy Cut —contestó él—. Player's Navy Cut. Es el mejor
que hay. Estos noruegos fuman toda clase de tabacos aromatizados; una verdadera
porquería que no fumaría yo por nada del mundo. —No sabía que hubiera gustos
distintos —prosiguió la hermanilla. —Pues claro que los hay —dijo el viril
prometido—. Para el buen fumador de pipa, que sabe identificarlos, todos los
tabacos son diferentes. Navy Cut es puro y sin adulteraciones. Es lo que fuman
los hombres. El hombre parecía divagar y empleaba expresiones largas, como “que
sabe identificarlos” y “sin adulteraciones”, que no estábamos muy seguros de lo
que querían decir. La hermanastra, recién salida del baño y envuelta en un
albornoz, vino a sentarse junto a su viril enamorado. Y entonces empezaron los
dos a dirigirse aquellas miraditas bobas y sonrisitas acarameladas que nos
ponían malos a todos. Estaban harto ocupados el uno con el otro para percibir
la tremenda tensión que reinaba en nuestro grupo. [...] Entonces, de repente,
el viril prometido lanzó un grito penetrante y saltó por los aires lo menos un
metro. La pipa voló de su boca y se alejó rebotando sobre las peñas. Un segundo
grito fue tan agudo y estentóreo que todas las gaviotas de la isla levantaron
el vuelo asustadas. Tenía el rostro contraído, desencajado, como una persona
que sufre cruel tormento, y se había quedado blanco como la nieve. Comenzó a
farfullar, y a atragantarse, y a devolver, y a gargajear, y a comportarse en
todo como un individuo víctima de una perturbación orgánica grave. Se hallaba
completamente sin habla. Mientras tanto, todos nosotros le mirábamos
alucinados. […]
Roald Dahl , “Tabaco de cabra”, en Boy (Relatos de la
infancia), Alfaguara, Madrid, 1993.
1.
El fragmento que leyeron no incluye el final de
esta anécdota: ¿cómo creen que terminará?
2. ¿Alguien
le contará al novio lo que efectivamente había en la pipa?
3. ¿Quién?
¿Qué le dirá?
4. Les proponemos que escriban una explicación
para este joven. Imaginen que alguien de la familia decide contarle qué había
en la pipa. Decidan quién será esa persona (la hermanita, el niño que hace la
travesura, la madre, el padre...) y luego escriban qué dijo. Pueden comenzar
así: —No te preocupes, no fumaste nada venenoso —aclaró… En realidad, la pipa…
TAREA
5. 2. En este libro de Roald Dahl, las historias
de la infancia están acompañadas por imágenes (fotos y dibujos). El relato
“Tabaco de cabra” incluye una foto de todas y todos los integrantes de la
familia sentadas y sentados en el pasto con el siguiente epígrafe: “El viril
prometido y la hermanastra mayor (al fondo)”; y también contiene un dibujo de
la caja de tabaco Navy Cut. ¿Qué otra imagen incluirían para acompañar esta
historia? ¿Una foto o un dibujo? ¿Con algún epígrafe? ¿Se animan a dibujarlo y
escribir el epígrafe en sus carpetas?
MARTES
”EL
DIALOGO”
1-Leemos atentamente el siguiente dialogo:
Cuando el prometido vuelve del agua, mantiene
un diálogo con la hermanita menor. Relean el siguiente fragmento: —¿Qué clase
de tabaco echas en ese chisme? —preguntó con impecable inocencia. —Navy Cut
—contestó él—. Player's Navy Cut. Es el mejor que hay. Estos noruegos fuman
toda clase de tabacos aromatizados; una verdadera porquería que no fumaría yo
por nada del mundo. —No sabía que hubiera gustos distintos —prosiguió la
hermanilla. —Pues claro que los hay —dijo el viril prometido—. Para el buen
fumador de pipa, que sabe identificarlos, todos los tabacos son diferentes.
- El diálogo se reconoce por la
presencia de la raya de diálogo, que introduce las palabras dichas por las y
los personajes. Además, se incluyen verbos que indican quién habló y, a veces,
cómo o de qué manera lo hizo.
2-Observen dónde
aparecen los verbos que indican las palabras de las y los personajes. ¿Por qué
en algunos casos los verbos forman parte de aclaraciones encerradas entre rayas
de diálogo y en otros, solo aparece una raya antes del verbo?
b) Hay muchos verbos que sirven para introducir las palabras
de alguien. Pero no todos son intercambiables, porque los significados pueden
ser muy distintos. Elijan del siguiente listado cuáles podrían reemplazar a
cada uno de los verbos del diálogo anterior:
Exclamar - Expresar - Agregar - Consultar - Proponer
- Plantear - Mencionar - Rogar - Negar - Cuestionar - Gritar - Ordenar -
Solicitar - Informar - Murmurar - Responder - Afirmar - Susurrar - Reclamar -
Continuar
Preguntó: ..................................... Contestó:
..................................... Prosiguió:
..................................... Dijo: ...............................................
Una travesura
3- El narrador cuenta que la familia estaba muy unida hasta
que un día todo cambió: llegó un “intruso”, el novio de su hermanastra, y nada
volvió a ser como antes (tal vez estaba un poco celoso, ¿no?). Una de las cosas
que más le molestaba de este joven era su hábito de fumar pipa. En el relato
“Tabaco de cabra”, el niño realiza una travesura que tiene una víctima: “el
inveterado fumador de pipa”. ¿Se animan a ordenar estos hechos tal cual
ocurrieron? Pueden indicarlo con un número:
El niño vacía la pipa y la llena con excremento de cabras.
El novio prepara la
pipa.
Elogia el buen tabaco.
El novio regresa del agua.
Empieza a fumar nuevamente.
Se va a nadar con la
hermanastra.
El novio lanza un grito y comienza a descomponerse.
4-Sobre las palabras
El texto que leyeron se publicó en inglés y luego se tradujo
al castellano que se habla en España. Por eso habrán visto que aparecen algunas
palabras que no suelen usarse en nuestro país. Relean los siguientes
fragmentos: A dos palmos de ella divisé un montoncito de cagarrutas de cabra
secas, todas tan redonditas y renegridas como pequeñas aceitunas [...] Luego
tomé las cagarrutas y las desmenucé con los dedos. Con mucho cuidadito vertí en
la cazoleta de la pipa estos excrementos desmenuzados…
¿Qué son las “cagarrutas”? Fíjense que tienen una ayuda en el
texto, el niño dice: “tomé las cagarrutas y las desmenucé”. La hermanastra,
recién salida del baño y envuelta en un albornoz, vino a sentarse junto a su
viril enamorado.
¿Qué es un “albornoz”?
Elijan la opción que les parezca más adecuada: • Una bata o salida de baño. •
Un buzo o pullóver. • Una campera o saco.
—¿Qué clase de tabaco echas en ese chisme? —preguntó con
impecable inocencia. En el diccionario, aparecen estos dos significados de la
palabra “chisme”. ¿Con qué sentido se usa en esa pregunta? 1. Rumor o noticia,
verdadera o falsa, que circula. 2. Baratija o trasto pequeño.
TAREA
En primera persona: una aventura de la infancia ¿Alguna vez
hicieron una travesura o vivieron una aventura así? Por ejemplo, esconderse o
esconder algo, jugar en silencio cuando piensan que dormimos la siesta, ponerse
los zapatos de una persona grande, ir con otras u otros por un lugar
desconocido o subir a un árbol también lo son. Algunas de estas historias de su
vida, que fueron grandes aventuras cuando eran chiquitas o chiquitos, pueden
resultarles graciosas o ingenuas ahora que ya son más grandes.
Les proponemos que se
sumerjan en sus recuerdos y elijan una anécdota de su infancia para contarla a
otras personas, posiblemente esa historia también las y los muestre y presente
un poco más. Piensen con quién compartirían este relato, a quién le contarían
esto que sucedió.
a)
Antes de empezar a escribir, tengan en cuenta las
siguientes preguntas: • ¿Cuándo ocurrió? (cuántos años tenían, en qué grado
estaban, en qué momento del año) • ¿Dónde sucedió? (en la escuela, en su casa,
en la plaza, en un comercio…) • ¿Quiénes participaron o con quiénes estaban? •
¿Qué sucedió? ¿Qué hicieron ustedes?
b)
El
siguiente cuadro les puede servir de ejemplo para armar el suyo. Algunas
indicaciones más a tener en cuenta: • Escriban su historia en primera persona
(“yo”). • No olviden que el relato debe responder a las preguntas anteriores. •
Si incluyen diálogos, revisen que comiencen con raya de diálogo; además, usen
distintos verbos para introducir las voces de quienes hablan. “Tabaco de cabra”
¿Qué hizo? El niño colocó excrementos de cabra en la pipa del novio de su
hermanastra. ¿Por qué hizo eso? No le resultaba agradable el novio, quizá
estaba un poco celoso. ¿Cuándo sucedió? Cuando el niño tenía nueve años. ¿Dónde
ocurrió esto? En un paseo de verano, de visita en una isla de Noruega. ¿Quiénes
participaron? Quien cuenta la historia, el niño, fue el autor de esta
travesura. También estaba presente toda la familia.
c)
También les detallamos distintas formas que pueden
usar para comenzar su relato: • “Un día…”. • “Cuando tenía… años”. • “Recuerdo
que…”; • “Algo que nunca olvidaré fue…”. • “Cuando estaba en… grado”.
MIÉRCOLES
RELATOS EN PRIMERA PERSONA
Continuaremos
trabajando con relatos en primera persona. En este caso, historias acontecidas
en la escuela, la seño nos lee:
PRUEBA
ESCRITA – MARCELA SILVESTRO
Aún
no había sonado el despertador, cuando abrí los ojos. Lunes, me dije. Prueba de
historia. El peso de la evidencia cayó sobre mí, como un yunque: no había
tocado un libro. El fin de semana voló entre excusas: falta de tiempo, exceso
de tareas, dolor de cabeza, de panza... La verdadera causa sólo se la había
confiado a Lucas —mi amigo, casi mi hermano—. Era el único que sabía lo
embobado que me tenía Laura, los dulces pensamientos que me inspiraba, cuánto
me hacía sufrir su indiferencia. No estaba yo para batallas de San Lorenzo ni
para cruces de los Andes. Pero ya era lunes y, de pronto, solo existía una cosa
en mi mente: la prueba. En dos horas más, no habría argumento que pudiera
convencer a mi maestra de que me perdonara la vida, históricamente hablando. Me
sentía como deben de haberse sentido los granaderos, casi doscientos años
atrás, mientras se preparaban para el combate. Cada zapato parecía pesar cinco
kilos, los cordones se me enredaban en los dedos como telarañas... si al menos
hubiera podido salir volando como una mosca. Hacía rato que Febo había asomado
sus rayos. Tras los muros de mi habitación, se dejaban oir sordos ruidos: mamá
había puesto en marcha la maquinaria de cada mañana, ya era imposible
detenerla; en minutos más me llamaría para desayunar, comprobaría mi estado de
aseo y me despediría con un beso en la puerta de casa. Salí, con el alma en un
hilo. Las cuatro cuadras hasta la escuela fueron como un vía crucis. La
parroquia del barrio me recordaba el histórico convento. Corceles de acero
repletos de gente pasaban rugiendo a centímetros de la vereda. Apenas entré en
el enorme edificio, sonó el timbre, estridente como un clarín. “A la carga”, me
ordené a mí mismo. Aunque no sabía nada de historia, estaba compenetrado con un
espíritu guerrero muy apropiado para la ocasión. Ya en el aula, el enemigo
avanzó y depositó sobre mi banco una hoja con cinco preguntas. Cinco misterios.
Supe que tenía que pedir refuerzos. Miré alrededor: cada uno de mis compañeros
libraba su combate personal. La cara de Lucas me hizo suponer que él tampoco
iba a salir ileso. A cuatro bancos de distancia, en el primero, vi a Laura.
Ella era mi salvación. —¿Me podés decir algo sobre San Lorenzo? —escribí en el
papelito que le tiré. —Sí: el domingo juega con Huracán —fue su respuesta en
otro papelito. Futbolera y con sentido del humor: era la chica ideal, sin
dudas. Pero la cosa no estaba para bromas. —No, en serio, ¿me ayudás? —insistí,
por la misma vía. —Esperá sentado —escribió con su letra prolija. —Hace rato
que estoy sentado y esperando... —¿Esperando qué? —Había despertado su
curiosidad; mi papá tenía razón: eso nunca falla con las mujeres. —Que me des
bolilla. —¿Estás loco? —Sí, por vos. La comunicación por escrito había tomado
un rumbo interesante. Tal vez me aplazaran en historia, pero quién sabe: un
capítulo de la mía podía comenzar a escribirse. –Te quiero —escribí,
sintiéndome cerca de la victoria. De pronto se produjo una interferencia: un
mensaje proveniente de otra dirección, se estrelló en mi nariz. Era de Lucas:
—La seño te está mirando desde hoy, bobo. El aviso llegó tarde: mi maestra se
acercaba con cara de pocos amigos. Su cabellera teñida de rojo me hizo pensar
en los españoles, avanzando con su pabellón desplegado al viento. —¿Debo
entender que te estás copiando, Mariano? —me dijo, con un engañoso tono de
tranquilidad. Me sentí perdido. Vi que Laura se reía, como si disfrutara del
mal momento que yo estaba pasando. Justo cuando iba a confesar, cayó otro papel
en mi banco: —Yo también te quiero —La seño lo leyó en voz alta, como para que
nadie se lo perdiera. Prueba escrita Marcela Silvestro 28 —Así que en lugar de
hacer la prueba... ¿Y se puede saber con quién se está mandando cartitas de
amor, el señor? —Conmigo, seño. Discúlpenos —La que habló fue Marita. Nos
conocíamos desde jardín; aunque no era para nada fea, jamás se me había
ocurrido pensar en ella de un modo romántico. Pero en ese momento la vi
hermosa... Y me recordó al sargento Cabral salvándole la vida a San Martín. El
episodio se cerró con un reto de mi maestra; después, todos continuamos
haciendo la prueba. En el revés del mensaje de Marita, encontré las respuestas
que necesitaba. Realmente se había arriesgado mucho. A la salida del colegio la
acompañé hasta su casa, como tantas otras veces; aunque ese día había algo
distinto entre los dos. También el beso de siempre, en la mejilla, lo sentí de
otra manera. Caminando sobre una nube, llegué a mi casa. ¿Sería normal que, de
pronto, el nombre “Laura” no significara nada para mí? ¿O que recién hubiera
descubierto, después de tantos años, la dulce mirada de Marita? Necesitaba
hablar con Lucas. Y después, urgente, ponerme a estudiar: en dos días teníamos
prueba de lengua. ¿O era de matemáticas?
Para
volver sobre el cuento
1.
Relean el cuento y elijan la opción que
corresponde en cada caso: • El protagonista tenía una prueba de historia,
vinculada con San Martín / Belgrano.
2. • No
había estudiado, porque estuvo todo el fin de semana pensando en Laura / porque
estuvo enfermo, con dolor de panza y de cabeza.
3. • Durante la prueba, le envió papelitos a
Laura / Marita.
4. • Laura
lo ayudó a resolver la prueba / se burló de él.
5. • En un
momento, recibió un papelito en donde Marita / Laura le decía que lo quería.
2.
En este cuento se juega con el humor. Uno de los recursos que utiliza es
plantear la prueba escrita como si se tratara de un combate. Para ello, inserta
en la voz del narrador protagonista expresiones de la “Marcha de San Lorenzo”
que relatan lo que este siente, lo que le sucede.
a) El narrador expresa: “Me sentía como deben
de haberse sentido los granaderos, casi doscientos años atrás, mientras se
preparaban para el combate”. Marquen en el texto otras palabras y expresiones
que se refieran a la guerra.
TAREA
d)
Rememoren la “Marcha de San Lorenzo”, búsquenla o
pidan ayuda para recordarla completa. Después, localicen en el cuento otras
expresiones que se toman prestadas de la letra. d) ¿Cuál piensan que es la
relación entre la “Marcha de San Lorenzo” y el tema de la prueba que el
protagonista enfrenta? ¿Por qué en un momento dice que la maestra le recordó a
los realistas? ¿Y por qué Marita le hace acordar al Sargento Cabral?
JUEVES
Momento de crear
Para crear un cuento Les proponemos escribir un cuento, inspirándose en
“Prueba escrita”. Para ello, les sugerimos que sigan los siguientes pasos:
✓ Bucear en la memoria. Si bien los
cuentos son ficciones, lo vivido o escuchado puede ser un buen punto de
partida. Buceen en los recuerdos vividos en la escuela que sean especiales para
ustedes. Puede tratarse de situaciones que se hayan dado en clase, en recreos,
en la vuelta a casa, actos, visitas escolares, entre otros. Piensen si esas
historias se parecen a una batalla, a un sueño, a hacer equilibrio, a resolver
un acertijo, a subir una montaña... Tómense un par de días para pensar y
conversen con otras y otros para que también les relaten historias y las o los
ayuden a recordar. Tomen algunas notas sobre los hechos principales de cada una
de esas historias, para no olvidarlas. También vayan rememorando canciones y
anoten algunos fragmentos. Pueden ser canciones patrias u otras que conozcan y
asocien de alguna manera con sus historias.
✓
Definir la historia y planificar. Antes de escribir, es conveniente planificar:
piensen la historia que van a contar. No tienen por qué atenerse a los hechos
recordados, estos son el punto de partida para dejar volar las ideas, exagerar
un poco, combinar historias. Decidan si contarán esta historia como un combate,
una aventura, un acertijo a resolver, un sueño, etcétera. Para esto, elaboren
un listado de palabras y expresiones vinculadas con estas situaciones. Una vez
“compuesta” la historia o mientras la están realizando, pueden tomar notas de
los diferentes momentos para recordarla. Luego, de ser posible, cuéntenla a
otras u otros. Busquen también una canción que sientan que está relacionada con
esa historia o pregunten a sus interlocutores si su historia les hizo pensar en
alguna otra.
✓
Escribir, revisar y compartir. Escriban su relato, revisen, pasen a limpio y
echen a rodar este cuento de su autoría basado en hechos reales.
TAREA
Revisen, pasen a limpio y echen a rodar este cuento de su autoría basado
en hechos reales.
VIERNES
Vamos a leer un texto sobre la variedad de las lenguas y veremos a qué
preguntas responde, qué se explica en este texto. Seguramente, ustedes se hayan
hecho algunas de esas preguntas alguna vez. Léanlo detenidamente:
¿Por qué hay tantas lenguas? Quienes investigan estos temas no están de
acuerdo sobre los motivos de que existan tantas lenguas. Lo que se sabe con
certeza es que las lenguas actuales provienen de otras, más antiguas, que ya
nadie habla. Por ejemplo, sabemos que el castellano deriva del latín y este
último del indoeuropeo. Lo que no está claro aún es si al comienzo hubo una
sola lengua o más de una. Y esto no es fácil de dilucidar, porque es muy
difícil obtener y sistematizar información: para conocer acerca de las lenguas
del pasado remoto, las investigadoras y los investigadores trabajan a partir de
restos materiales (vasijas, “cementerios”, herramientas, etcétera) y a partir
de esos elementos formulan hipótesis sobre las creencias, los conocimientos y
el lenguaje de grupos humanos que vivieron hace miles de años. Lo que sí se
sabe con bastante certeza es que el lenguaje comenzó a evolucionar hace uno o
dos millones de años; pero fue recién hace cien mil años cuando los homo
sapiens sapiens (homo: “hombre”; sapiens: “que piensa”) tuvieron un lenguaje
similar al nuestro. Esos homo sapiens sapiens vivían en pequeñas comunidades,
separadas entre sí. Algunas científicas y algunos científicos opinan que el
lenguaje fue inventado solo por una de esas comunidades. Imaginemos lo
siguiente: un pequeño grupo de homo sapiens sapiens comenzó a hablar. Hablar
les permitía hacer cosas fundamentales para la supervivencia (avisar a las
otras y los otros cuando se acercaba una fiera; planificar actividades
compartidas como ir de caza; sentirse unidas y unidos; transmitir experiencias
a las y los jóvenes). Con el tiempo, aumentó mucho el número de miembros de esa
comunidad. Entonces, los recursos (comida, agua) que tenían alrededor del lugar
donde vivían comenzaron a escasear. Y ese grupo, que ya era bastante grande, se
dispersó y se formaron grupos más pequeños: algunos viajaron hacia un lugar y
otros fueron hacia otras zonas. La gente de esas comunidades iba conociendo en
su viaje nuevas cosas (animales, ríos, plantas, fenómenos meteorológicos) y,
para hablar acerca de ellas, les fueron poniendo nombres. Pero, claro, como
cada uno de esos grupos no sabía cómo el otro grupo nombraba esas cosas,
utilizaron palabras diferentes. Esto volvió a ocurrir muchas veces: cada uno de
esos grupos volvió a separarse y también volvieron a viajar y a ponerle nombres
diferentes a las cosas. Y así, sucesivamente. Esa es una explicación. Otras
científicas y otros científicos dicen que los homo sapiens sapiens de distintas
comunidades inventaron el lenguaje al mismo tiempo (o más o menos al mismo
tiempo), sin conocerse. Cada uno de esos grupos utilizaba formas diferentes
para nombrar las cosas. Y, al igual que describíamos antes, esos grupos se
separaron y fueron poniendo nombres distintos a las cosas. Esto explicaría por
qué hay tantas lenguas diferentes.
¿Son tan diferentes? Si bien las lenguas son diferentes, tienen algunas
cosas en común. En todas, por ejemplo, usamos oraciones, y estas oraciones
tienen sujeto y predicado, sustantivos y verbos. En todas las lenguas, además,
conectamos las oraciones con expresiones como “y” para sumar ideas, o como
“después” para hablar del orden de los sucesos; así como en todas, a la hora de
explicar causas, utilizamos palabras como “porque”. En todas las lenguas usamos
palabras para cuestiones tan fundamentales como “yo”, “vos” y “nosotras” o
“nosotros”, aunque las palabras con que las hablamos sean distintas; en todas,
además, distinguimos los objetos y los animales, y en todas tenemos maneras de
nombrar el sol, el fuego, la naturaleza. Todos los seres humanos también usamos
el lenguaje para estar juntas y juntos y contarnos lo que nos pasó, planificar
actividades, guardar memoria de las historias de las abuelas, y los abuelos de
las abuelas, y los abuelos de nuestras abuelas y nuestros abuelos… Y esas
similitudes entre todas las lenguas son tan difíciles de explicar como las
diferencias. Todavía las científicas y los científicos no llegaron a un
acuerdo, pero hay distintas hipótesis. En su mayoría coinciden en pensar que,
así como en nuestro cerebro hay zonas para poder ver u oír, también hay zonas
que nos permiten aprender y usar las lenguas. Así como en todas las culturas la
gente se alimenta con comidas distintas pero en todos los casos el sistema de
nutrición funciona de la misma manera, las lenguas que hablamos pueden parecer
diferentes, pero el órgano del lenguaje que se encuentra en el cerebro impone
algunas limitaciones al lenguaje humano (por ejemplo, el hecho de que usemos
oraciones con sujeto y predicado, sustantivos y verbos). Además (como ya
vimos), hay quienes explican las semejanzas diciendo que la razón es que todas
las lenguas del mundo provienen de una misma comunidad, aunque hayamos ido
agregando palabras y formas de hablar diferentes. Otras posiciones sostienen
que los seres humanos de esas pequeñas comunidades se iban encontrando en sus
largos viajes y se fueron comunicando como podían y, en esos intentos, “se
prestaban” palabras y formas de hablar. En realidad, la primera hipótesis y las
otras no son incompatibles. Probablemente todas tengan parte de verdad y cada
una explique algún aspecto de esas preguntas difíciles que nos hacemos los
seres humanos y que vale la pena seguir investigando
Las preguntas “escondidas” en los textos Los textos que transmiten
información son, de algún modo, respuestas a preguntas. Por ejemplo, son
respuestas a preguntas sobre cómo ocurren determinados fenómenos o procesos,
cuál es el desarrollo de ciertos acontecimientos, cómo funcionan algunas cosas,
entre tantas otras. Vamos a ir viendo cuáles son las preguntas que organizan el
texto leído y qué se responde a cada una de ellas.
1. Identifiquen en el siguiente
listado dos preguntas a las que responde el texto:
a) ¿Cuál fue la primera lengua? b) ¿Por qué no hablamos todas las
personas del mundo la misma lengua? c) ¿Cuáles son las diferencias entre las
lenguas? d) ¿Por qué hay similitudes entre las distintas lenguas?
2. Este texto responde varias preguntas más. Marquen la parte del texto
en dónde se responde a cada una:
a) ¿Cómo es posible que a partir de una única lengua existan hoy tantas lenguas
distintas? b) ¿Cómo se explica la diversidad en el origen? c) ¿Qué similitudes
hay entre las lenguas? d) ¿Cuál es la hipótesis sobre el cerebro que permite
explicar las similitudes entre las lenguas? e) ¿Qué otras hipótesis explican
las similitudes entre las lenguas?
3.
Para organizar la información de la primera parte del texto, en sus carpetas
copien el siguiente esquema y agreguen, donde corresponda, los enunciados que
están debajo.
Las lenguas que inventaron son diferentes | Una de
las comunidades comienza a hablar | La comunidad se divide: cada grupo migra a
diferentes zonas | Distintas comunidades inventaron el lenguaje al mismo tiempo
| Se van generando distintas lenguas.
TAREA
¡A sintetizar!
Las
siguientes son las ideas que se desarrollan en el texto, en la primera y en la
segunda parte:
• Diversidad de lenguas, primera explicación:
surgimiento en una sola comunidad.
• Más tarde: aumento de los miembros de la
comunidad, necesidad de otros recursos, viajes (dispersión)
•
Descubrimiento de cosas nuevas: diferencias en los modos de nombrar.
• Proceso repetido a lo largo de los años.
Consecuencia: diversidad de lenguas.
•
Diversidad de lenguas, otra explicación: surgimiento en diferentes comunidades
a la vez.
• Existencia
de similitudes entre las diversas lenguas: diferentes explicaciones.
• Una hipótesis: existencia de zonas específicas
en el cerebro de todos los seres humanos para aprender y usar lenguas.
• Otra hipótesis: el origen de todas las lenguas
es una sola lengua.
• Otra hipótesis más: “préstamos” de palabras y
expresiones entre las y los hablantes de diferentes lenguas de las primeras
comunidades.
A partir
del listado anterior, escriban un texto breve que sintetice lo leído. Las
siguientes expresiones pueden ser útiles para organizar el texto:
En relación con la diversidad de lenguas que
existen, algunas científicas y algunos científicos opinan que… En cambio, otras
científicas y otros científicos consideran que… De todos modos, en todas las
lenguas existen similitudes. La mayoría de las investigadoras y los
investigadores coincide en que… Sin embargo, hay quienes creen que… Para otras
y otros, en cambio.
MATEMÁTICA
LUNES
En la Kermés. Problemas y
puntajes
1. En la escuela de Martín organizaron una kermés.
En uno de los juegos hay que embocar unas pelotitas en latas que están a cierta
distancia. Cada lata permite obtener un puntaje diferente para cada pelotita
embocada: 1, 10, 100 y 1.000 puntos, respectivamente. Martín tiró las 10
pelotitas y obtuvo 5.212 puntos porque embocó 5 en la lata de 1.000 puntos, 2
en la de 100 puntos, 1 en la de 10 puntos y 2 en la de 1 punto.
a) Juan, el
compañero de Martín, también tiró las 10 pelotitas y embocó todas. Cuatro
cayeron en la lata de 1.000 puntos, 3 en la de 100 puntos, 1 en la de 10 puntos
y 2 en la de 1 punto. ¿Qué puntaje obtuvo en total?
b) Florencia embocó las 10 pelotitas y dice que
obtuvo 1.000 puntos. ¿Es eso posible? ¿Cómo?
c) Daniela tiró las 10 pelotitas y también embocó
todas. Obtuvo 1.432 puntos. ¿Es posible saber cuántas pelotitas embocó en cada
lata?
d) Laura
tiró las 10 pelotitas y obtuvo 5.302 puntos. ¿Es posible saber cuántas
pelotitas embocó en cada lata? ¿Las embocó todas? ¿Cómo puede saberse?
e) Lucas
tiró las 10 pelotitas y obtuvo 5.010 puntos. Si sabemos que calculó bien su
puntaje y que no acertó todos los tiros, ¿cuántas pelotitas embocó en cada
lata? ¿Hay una única posibilidad?
TAREA
En otra ronda del juego Juan embocó 4 pelotitas y
Martín una sola. Sin embargo, Martín obtuvo un puntaje mayor que Juan. ¿Qué
pudo haber ocurrido en esa ronda? ¿Hay una única respuesta posible?
MARTES
RELACIÓN ENTRE MULTIPLICACIÓN Y DIVISIÓN
Recordamos :
MIÉRCOLES
ORDEN Y ESCRITURA
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